Alrededor de 85% de la masa muscular esquelética del ser humano
está compuesto por fibras musculares propiamente dichas.
El 15% restante está formado en gran parte por tejido conectivo
compuesto en cantidades variables por fibras colágenas, reticulares y elásticas
Fibras colágenas. Son las más abundantes. Están
formadas por la proteína colágeno. Brindan rigidez y resistencia al
tejido. El colágeno es la proteína más abundante del organismo humano,
representando el 30% del total. Se encuentran en la gran mayoría de los tejidos
conectivos, sobre todo en el hueso, el cartílago, los tendones y los
ligamentos. Son flexibles y resistentes.
Fibras elásticas. Son más pequeñas que las de colágeno, se
ramifican y vuelven a reunirse libremente unas con otras. Están constituidas
por la proteína (colágeno) y elastina. Al igual que las fibras de colágeno,
proporcionan resistencia, pero además pueden estirarse ampliamente, sin
romperse. Las fibras elásticas son muy abundantes en la piel, los vasos sanguíneos y los
pulmones, se estiran sin romperse hasta el 150% de su longitud.
Estructura del hueso: El hueso es un tejido
duro que constituye la mayor parte del esqueleto y consta de elementos
orgánicos (células y matriz) e inorgánicos (minerales). Sus componentes son:
cartílago, disco epifisiario, hueso compacto, endostio, medula ósea, abertura,
vasos nutrientes.
Resistencia de los huesos: Los huesos les
confiere una enorme resistencia y les permite soportar sin problema todo el
peso del resto del cuerpo. La fortaleza de los huesos se debe principalmente a
su estructura interna, construida a partir de miles de unidades tubulares
compactadas en torno al perímetro del hueso: los sistemas haversianos.
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