La primera ley de Newton, conocida también como Ley de inercía, nos dice que si sobre un cuerpo no actua ningún otro, este permanecerá indefinidamente moviéndose en línea recta con velocidad constante (incluido el estado de reposo, que equivale a velocidad cero).
Como sabemos, el movimiento es relativo, es decir, depende de cual sea el observador que describa el movimiento. Así, para un pasajero de un tren, el interventor viene caminando lentamente por el pasillo del tren, mientras que para alguien que ve pasar el tren desde el andén de una estación, el interventor se está moviendo a una gran velocidad. Se necesita, por tanto, un sistema de referencia al cual referir el movimiento. La primera ley de Newton sirve para definir un tipo especial de sistemas de referencia conocidos como Sistemas de referencia inerciales, que son aquellos sistemas de referencia desde los que se observa que un cuerpo sobre el que no actua ninguna fuerza neta se mueve con velocidad constante.
segunda ley
La Primera ley
de Newton nos dice que para que un cuerpo altere su movimiento
es necesario que exista algo que provoque dicho cambio.
Ese algo es lo que conocemos como fuerzas. Estas son el resultado de
la acción de unos cuerpos sobre otros.
La Segunda ley de Newton se
encarga de cuantificar el concepto de fuerza. Nos dice que la fuerza
neta aplicada sobre un cuerpo es proporcional a la aceleración que adquiere
dicho cuerpo. La constante de proporcionalidad es la masa del
cuerpo, de manera que podemos expresar la relación de la siguiente manera:
Tal como comentamos en al
principio de la Segunda ley
de Newton las fuerzas son el resultado de la acción de unos
cuerpos sobre otros.
La tercera ley,
también conocida como Principio de
acción y reacción nos dice que si un cuerpo A ejerce una
acción sobre otro cuerpo B, éste realiza sobre A otra acción igual y de sentido
contrario.
Esto es algo que podemos
comprobar a diario en numerosas ocasiones. Por ejemplo, cuando queremos dar un
salto hacia arriba, empujamos el suelo para impulsarnos. La reacción del suelo
es la que nos hace saltar hacia arriba.
Cuando estamos en una piscina
y empujamos a alguien, nosotros tambien nos movemos en sentido contrario. Esto
se debe a la reacción que la otra persona hace sobre nosotros, aunque
no haga el intento de empujarnos a nosotros.
Hay que destacar que, aunque
los pares de acción y reacción tenga el mismo valor y sentidos
contrarios, no se anulan entre
si, puesto que actuan sobre
cuerpos distintos.
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